Cocina de Urgencia para Universitarios

¡Hola cocinillas!

¿Cómo estáis corderillos malignos? Seguro que bien, pero bien ocupados con los exámenes jaja 

Pobres..., en verdad os mando muchos abrazos y mucha paciencia para vuestros familiares y amigos de alrededor porque seguramente tengáis el humor un poco cambiante. Vamos, por no decir que tenéis más peligro ahora que Espinete en una tienda de globos. Necesitáis relax, tranquilidad, y sobre todo, comer bien y deleitaros la vista. Seguramente hasta tengáis los pisos de estudiantes más sucios que la barriga de una burra. En fin, os entiendo tanto... Intentad que las ratas al menos os ignoren en vez de morderos los tobillos jajaja y limpiad un poquitintintin :P 

Y como necesitáis una receta bonita y lustrosa, que está super rica y es muy fácil, por eso os traigo esta receta de fideuá. Así además, aprovechamos la entrada pasada de "Cómo cortar un pollo" y lo utilizamos aquí. Seguro que más de una persona puede colgarme del pescuezo ahora mismo por decir que es una fideuá, pero mira, que yo le llamo así a "un plato de pasta en el que no hay arroz" jajajaja un poco raro, pero así es. Vamos chavalería... comensemos.

¡Hola cocinillas! 

¿Qué tal golondrinillos bonitos? Bueno pues después de algún tiempo, vuelvo con un truquito con el que ayudarnos a la hora de comer. Y en este caso no es sólo a la hora de comer, sino a la hora de pagar en el supermercado. 

Los estudiantes, deportistas, madres y padres, abuelas y granjerillos del mundo, esos amantes del pollo y apasionados de esta carne blanca. El pollo, un ave loca donde las haya y, ¡maldita sea!, corretean y se mueven más que la compresa de una coja. Y por eso, y porque es una carne barata vamos a aprender un truco para ahorrarnos hasta 2 - 3,5€ cada vez que compremos pollo.